Retomamos la categoría de komono, la cuarta categoría del método KonMari® y más concretamente los objetos relacionados con las aficiones. En este artículo te enseñaré los primeros pasos para que puedas organizar todo el material relacionado con tus hobbies y les saques el mayor partido posible.
Si recién has llegado al blog, te explico brevemente que en el método KonMari® se ordena por categorías o materiales en vez de por habitaciones. Marie Kondo distingue 5 categorías: ropa, libros, papeles, komono y objetos sentimentales. A komono también lo podríamos llamar miscelánea, ya que en él entrarían todos los objetos que no pertenecen a las demás categorías, por ejemplo: papelería, material electrónico, productos de salud y belleza, todo lo relacionado con la cocina, las aficiones o hobbies, dinero, plantas, objetos decorativos etc.
Dentro de esta categoría entra muchísimo material y muy variado, así que lo más fácil es dividirlo en tantas subcategorías como necesites. En este blog encontrás material sobre algunas de las más importantes, y en las próximas semanas seguiremos profundizando en otras. Te dejo algunos artículos relacionados con esta categoría, por si quieres seguir indagando:
Categoría komono: consideraciones para no fracasar
Categoría komono: por dónde empezar
REUNE TODO EL MATERIAL
Pero volvamos a la subcategoría de los hobbies o las aficiones. Como sabes lo primero que hay que hacer cuando vas a abordar cualquier subcategoría es juntar todos los objetos en un mismo espacio. El que sea que hayas elegido para tu sesión de trabajo: tu habitación, el salón, el cuarto de los invitados… Ahí deberías trasladar todo el material relacionado con tus aficiones, así que desempolva lo que tienes en el trastero, el garaje, el ático, la casa de verano o la casa de tus padres. Tienes que juntarlo todo todito todo. ¡Lo sé! Según cuanto tengas puede ser un trabajo colosal pero te prometo que después merecerá la pena.
DIVIDE Y VENCERÁS
Bien, ahora que lo tienes todo, dependiendo de la cantidad quizá necesites dividirlo en grupos más pequeños. Por ejemplo, si te gusta coser, pintar, meditar, escalar y bailar la danza del vientre, podrías poner el material de cada actividad en un montón.
Hay ciertos objetos que podrían estar en una categoría u otra, o puede que ya las hayas ordenado previamente. Si detectas alguno, haz caso a tu intuición ¿dónde “pega” más este objeto? ¿dónde se te hace más fácil ordenarlo? No hay una respuesta correcta, depende totalmente de tu manera de entender la vida, de tu estructura interna.
Te pongo algunos ejemplos:
– Si tus aficiones tienen que ver con deportes que sólo necesitan ropa específica y algún accesorio (nadar, correr, trecking…) seguramente los habrás ordenado en la primera categoría, la ropa. O si te parece más lógico puedes revisarlo en este punto del proceso.
– Si tu afición es leer, los libros ya los habrás ordenado pues pertenecen a la segunda categoría.
– Si te gusta escribir, ese material estará dentro de la subcategoría de komono relacionado con la papelería.
– Si lo tuyo es pinchar música, todo ese material seguramente lo habrás ordenado con el komono relacionado con el material electrónico.
– Si te gusta hacer cupcakes probablemente habrás ordenado todo el material con el komono de cocina.
– Si te gusta la jardinería y las plantas, tienes dos opciones: o lo divides y ordenas el material de jardinería ahora y las plantas más adelante (al final de komono, cuando llegues a los objetos decorativos). O lo haces todo junto más adelante cuando revises tus plantas.
En fin… puedo darte mil ejemplos pero lo importante es que NO TE AGOBIES. En la mente todo parece muchísimo más complicado de lo que es la realidad. Ponte manos a la obra, seguro que en cuanto te pongas en marcha vendrán las respuestas de manera natural. Y si ves que te entra alguna duda/bloqueo existencial escríbeme un email o en los comentarios del post. Estoy encantadísima de poder echarte una mano☺️💕.
REVISA CADA OBJETO UNO POR UNO
Uno de los principios o hábitos del método KonMari® más importantes, es revisar cada objeto uno por uno. Tómalo entre tus manos, acércalo al corazón y para un segundo a escuchar lo que sientes.
¿Qué sientes cuando realizas esa actividad?
¿Te divierte, disfrutas, te nutre, te hace feliz?
¿Qué ámbitos de tu vida enriquece? Tu crecimiento personal, las relaciones, el amor por la vida…
¿Eleva tu energía vital o lo apaga?
Si lo apaga, ¿en qué sentido? Te aporta calma, quietud, relajación… o te baja/destruye la energía.
¿Cómo está el material? Se conserva bien, está cuidado, machacado, necesita alguna reparación…
¿Tiene algún vínculo emocional? ¿Está relacionado con alguna persona, con un momento vital, una necesidad, o un recuerdo?
¿Cómo reacciona tu cuerpo al tacto, al olor, al aspecto… de ese objeto? ¿Tu cuerpo, tus gestos se expande o se encogen?
Recuerda que lo importante, especialmente en esta subcategoría, es elegir los objetos que te hacen feliz, entendiendo la felicidad en el sentido más amplio de la palabra. Tal y como te digo siempre, los aspectos prácticos, cuánto lo usas, la cantidad, el dinero que pagaste por ello… también hay que tenerlos en cuenta pero están en segundo plano.
Quiero que te concentres en la persona que eres en este momento. Escucha y atiende a la persona que fuiste en el pasado, agradécele todo lo que te ha aporta y si te hace feliz, inspírate para recuperar o redescubrir algunas aficiones en un futuro cercano.
Una de las personas asistí en su proceso KonMari®, me comentaba que antes de ser madre (su hijo todavía era pequeño) tenía muchísimas aficiones. Era una persona activa y sobre todo le encantaba el contacto con la naturaleza, caminar en la montaña. Me contó muchísimas anécdotas y aventuras… pero lo que más me impacto fue cuando dijo “jo, antes mi vida era muy divertida, me doy cuenta que reía y disfrutaba muchísimo. Tengo que recuperar esa parte, volver a tener tiempo para mí misma, y también montármelo de otro modo para que esto que es tan importante para mí, esté presente en la vida familiar”.
2 HÁBITOS QUE TE AYUDARÁN A SOLTAR
Si llevas tiempo en este blog, sabrás cuales son mis 2 hábitos estrella para que dejes ir los objetos desde la tranquilidad:
1// Agradece su función antes de deshechar: el agradecimiento es uno de los hábitos más sencillos que hay y, sin embargo, tiene un poder brutal. Agradecer al objeto la función que ha tenido en tu vida, lo que has vivido con gracias a él, las experiencias que te ha aportado, cómo te ha hecho sentir o lo que has aprendido a través de ello te ayudará a cerrar etapas, valorarlas e, incluso, sanarlas. Te aportará una mirada o perspectiva nueva, más serena y amplia. Además, el agradecimiento conecta con el amor, la abundancia y tu autoestima.
2// Encontrar, en la medida de lo posible, una alternativa sostenible para dicho objeto. Puedes reciclar, donar, regalar, revender… Hay muchas opciones. ¡Pero cuidado! No regales por regalar, y no dones objetos en cualquier estado. Es una falta de respeto. Tan importante como buscar alternativas sostenibles es responsabilizarnos de nuestro objetos y no delegar su gestión a cualquiera ni de cualquier modo.
Todavía me queda compartir contigo algunas reflexiones que me parecen interesantes y explicarte cómo puedes ordenar estos objetos. Como este artículo ya tiene mucha miga ¿qué te parece si nos encontramos la semana que viene en el mismo sitio y a la misma hora? Espero volver a verte por aquí.
Un abrazo✨
Sara
Espero que este artículo te haya parecido interesante e inspirador. Si es así, te agradezco que lo difundas a todas aquellas personas a las que pueda interesar 
