¿Tienes la sensación de que por mucho que ordenas tu casa o ciertas partes de ella siempre se ven desordenadas? ¿Sientes cierto desasosiego cuando entras a tu hogar porque parece que las tareas no se acaban nunca? Ropa amontonada para poblar, cajones desastre en los que se acumulan todo tipo de cachivaches, papeles y facturas por toda la casa, cajoneras de los armarios llenos a rebosar…
¡Menos mal que salió ese artículo diciendo que hasta Marie Kondo se había rendido en esto de encontrar el orden perfecto, así que estamos todas perdonadas! (ironía, of course😉😉). Últimamente este tema sale siempre que hablo de mi trabajo como consultora KonMari®, así que aprovecho para aclarar que Marie Kondo en ningún momento ha hecho dicha afirmación y que su método sigue siendo igual de coherente y transformador como siempre. Lo que es importante entender (a parte del daño que hace el periodismo sensacionalista) es que el método KonMari® no pretende que tengas la casa ordenada y perfecta a todas horas durante los 365 días del año.
En mi opinión la casa es uno de los puntos angulares de nuestra vida. Tu casa debería ser hogar, tu nido, tu refugio seguro… Un lugar para ser tú misma sin condiciones, un lugar de disfrute y donde reconfortarte de la intensidad que trae el día.
En ese sentido creo que Instagram y Pinterest (a pesar de ser herramientas valiosas) han hecho mucho daño, ya que nos dan una visión parcial e idealizada de lo que es un hogar. La casa está para vivirla y, si eres capaz de crear las condiciones adecuadas, puede ser un espacio tanto para el confort como para crear recuerdos inolvidables.
Sin embargo, si cada vez que entras por la puerta estás viendo todas las tareas que tienes pendiente, si para hacer un trabajo tienes que dedicar otro tanto a poner el espacio en condiciones, si tu casa es un caos permanente… Es imposible que logres el bienestar de hogar que anhelas.
Por ello, en este artículo quiero hablarte de los diferentes tipos de orden que hay y cómo pueden ayudarte a crear un hogar alineado con tus necesidades y con tu esencia.
EL PROCESO KONMARI, LA EXCEPCIÓN
El proceso KonMari® es una excepción. Si lo haces con conciencia, de golpe y con la mayor rapidez posible (sin correr, no hace falta agobiarse) basta con hacerlo una vez en la vida. Hacerlo de golpe y lo más rápido posible implica que vas a pasar de una categoría a otra sin interrupción, de manera que aproximadamente en 2-6 meses tendrías toda la casa ordenada.
De esta manera, el cambio será radical y el impacto más profundo. Lo que vivas y aprendas durante el proceso quedará anclado dentro de ti. No habrá vuelta atrás.
Durante el proceso KonMari® vas a:
〰️ Conectar con tu esencia y con la ilusión. Te animo a que visualices en detalle cómo sería esa vida ideal que tanto anhelas y seas consciente de los espacios personales que tienes.
〰️ Ordenar por categorías. Las categorías del método KonMari® (ropa, libros, papeles, komono y objetos personales) están pensados para que puedas ordenar la casa por completo y que puedas hacerlo de manera ligera y fluida.
〰️ Ser consciente de aquello que te hace feliz, tanto a nivel material como en otros aspectos de tu vida (trabajo, relaciones…)
〰️ Aligerar la carga material (y emocional). Te quitarás kilos de lastre de encima y eso te dará claridad y hará que te sientas más liviana.
〰️ Tener claridad a la hora de tomar decisiones y elegir aquello que realmente suma en tu vida, lo que te hace feliz, lo que te nutre.
El método KonMari® exige tiempo y compromiso pero es una inversión en el bienestar. El tiempo que se dedica al proceso se verá mil veces recompensado por el tiempo que se ahorra después buscando u ordenando objetos.
LAS GRANDES LIMPIEZAS ANUALES
En la cultura nipona tienen un ritual anual llamado ‘Osoji’ o la gran limpieza. Con la llegada del nuevo año, durante unos días, realizan una limpieza profunda de la casa. Este trabajo de limpieza y orden, además de práctico tiene un significado profundo: elimina la energía estancada y todo el lastre (material y emocional) para empezar el año con energía renovada, ligereza y visión.
Este ritual también lo repiten en primavera o en ciertos cambios de estación. Desde mi punto de vista, sería maravilloso si también en occidente fuéramos capaces de acogerlo. De hecho, en muchas casas ya lo hacemos, si no completamente al menos en las partes más importantes.
Sin embargo, sin un proceso de orden profundo previo (el proceso KonMari® que mencionaba en el punto anterior), creo que es imposible ordenar y limpiar la casa al completo en unos días. Necesitarías al menos unas cuantas semanas y, obviamente, con el tren de vida que llevamos, lo más probable es que desistas a medio camino. Más que un momento de reconexión y bienestar, se puede convertir en un ritual estresante, un quehacer desagradable más.
En el caso de que hayas realizado el proceso KonMari® previamente, esta gran limpieza es mucho más eficaz ya que tendrás bajo control la mayoría de tus pertenencias. En mi caso, por ejemplo, de las cinco categorías del método KonMari® 3 están siempre bajo control (ropa, libros y objetos sentimentales) y en las dos que quedan (papeles y komono) simplemente tengo que hacer pequeños repasos en tres subcategorías muy concretas una o dos veces a año.
Hay ciertos elementos de casa que parece que tienen vida propia ¿verdad? No sé si son una constante (desde luego en las casas que he ordenado sí) pero en mi experiencia estos son los más repetidos:
– Los documentos
– Las bolsas de plástico y los tarros de cristal
– La comida almacenada (conservas, especies y alimentos de uso puntual)
Por suerte, todos ellos son bastante fáciles de gestionar porque no suelen crear demasiado apego emocional, y basta analizarlo desde un punto de vista objetivo para decidir cuánto de ello necesitas realmente o de cuánto puedes prescindir para recuperar espacio.
EL ORDEN DEL DÍA A DÍA
Este es el que yo llamo el pequeño orden y, aunque con un sólo hábito esencial lo tendrías resuelto, sin los pasos previos a veces es el que más amargura crea. Para mantener el pequeño orden basta con devolver los objetos a su sitio una vez que hayas terminado de utilizarlo. ¿Qué tontería, verdad?
Pues la realidad es que a veces es complicado. El proceso KonMari® te puede ayudar infinitamente ya que te permite:
– Ser consciente de todos los objetos que tienes en casa y cuánto tienes de cada uno de ellos. ¿Si te preguntara cuánta ropa posees serías capaz de acertar con la respuesta? Mi experiencia es que no; sin un trabajo previo, siempre vas a pensar que tienes mucho menos.
– Elegir qué tiene sentido realmente mantener. ¿Realmente necesitas todos lo que tienes? Seguramente no, es probable que por diversas razones hayas acumulado más de lo que verdaderamente te hace feliz o necesitas.
– Dar un lugar a cada objeto. ¿Le has dado una ubicación a cada una de tus pertenencias?¿Has puesto consciencia en ello? Apostaría que no. Los objetos que no tienen un lugar concreto tienden a acumularse en lo que yo llamo ‘los agujeros negros’ (cajones o rincones desastre).
Cuando has realizado el proceso KonMari®, el pequeño orden es fácil y agradable. Aunque haya rachas de estrés y caos en tu vida y la casa se desmadre por unos días, es sencillo volver a ordenarlo. De hecho la tarea de ordenar te transmitirá una enorme calma e, incluso, placer.
¿Te animas a poner en práctica el método KonMari®? Ponte en contacto conmigo y reserva una videollamada gratuita en el que analizaremos tu caso y te propondré la solución que mejor encaje contigo. Te espero 🤗
Un abrazo ♥︎
Sara