Tal y como comentaba en el artículo anterior, desde mi punto de vista el Método KonMari™ es entre otros un recurso para autoconocerte y conectar con tu esencia.
Este proceso te da la oportunidad de conocerte sin excusas. Tus pertenencias hablan de ti, de quién eres, qué quieres, cómo te relacionas contigo misma y con los demás. Cada vez que cojas un objeto entre tus manos y te lo acerques al corazón, saldrá a la luz una emoción, un recuerdo, una sensación… Y probablemente junto a ellas aparecerán todo tipo de pensamientos, creencias, incluso prejuicios, así como las ilusiones y deseos más íntimos.
En ese sentido el Método KonMari™ es poderoso, ya que te catapultará a otro nivel. Durante el proceso emergerá mucha información sobre ti misma, entre ellas muchas claves sobre tu personalidad, tu momento vital y tus circunstancias.
Por supuesto, depende de ti cuanto profundizar en ellas. Habrá casos en los que esta información te confirmará y reafirmará tus ideas y decisiones. En otros, te ayudará a entender cómo has llegado hasta aquí y te aportará claves que te ayudarán avanzar en la dirección idónea (sea cual sea, todos los caminos son igual validos). Pero incluso puede que se destapen vivencias que todavía no estás dispuesta a gestionar. Y eso también es perfecto, basta que lo veas y seas consciente de que están ahí. Cuando llegue el momento y te sientas preparada podrás retomarlo.
Durante el Proceso KonMari™ no hay cabida para el juicio y la crítica. Gran parte de mi asistencia consiste en hacerte de espejo y crear las condiciones adecuadas para que puedas mirarte con amor, compasión y alegría. No podemos ser respetuosos con los demás si primero no somos compasivas y amables con nosotras mismas.
Es una manera de poner el foco en ti misma, en tu vida, centrándote en lo positivo. Vamos a ver qué es lo que suma en tu vida y desechar lo que obstaculiza ser tú misma (material o emocional). Al fin y al cabo, es una manera básica y esencial de autocuidado.
Es hora de brillar, ¿no crees?
Un abrazo
Sara