Preparar la habitación para la llegada de mi bebé, siendo primeriza, ha sido uno de los momentos más especiales del final del embarazo. Un momento lleno de ilusiones e incertidumbre, aunque también un poquito estresante, ya que a pesar de los hábitos adquiridos con mi formación y experiencia como consultora KonMari® me he encontrado con muchos más objetos -muchísimos más en algunos casos – de los que esperaba.

 

Quiero contarte mi experiencia, mis elecciones y reflexiones sobre ello por si en algún momento pasas por una situación parecida o quizá, una situación completamente distinta pero que las reflexiones sean trasladables de alguna manera, y que puedas sacar tus propias conclusiones.

 

Cada una de nosotras tiene una realidad y contexto distinto que nos llevan a tomar distintas decisiones respecto a la casa y, ni que decir, a la crianza. En mi caso ha habido algunos factores determinantes a la hora de preparar el hogar, cada una de ellas con sus pros y contras:

 

– La falta de espacio. Vivo en un apartamento relativamente pequeño, con un número de espacios de almacenaje bastante limitado. Y digo limitado, no tanto porque no podamos meter más armarios en ciertos rincones, sino porque yo misma he decidido prescindir de ellos para ayudarme a ser consciente de lo que tengo y necesito, y no caer en acumulaciones.

– He tenido la suerte de que las personas a mi alrededor ya han pasado o están pasando por esta experiencia y con toda generosidad me han ofrecido muchos de los objetos que voy a necesitar. Desde el punto de vista de la sostenibilidad y el ahorro, para mi es incuestionable aprovechar al máximo mucho de lo que me han pasado. Sin embargo, por la diferencia entre los gustos y criterios, encontrar el equilibrio entre lo que me hace feliz y la funcionalidad ha sido retador. Obviamente si decides y puedes adquirirlo todo a tu gusto, es mucho más fácil encontrar ese equilibrio.

– En la medida de lo posible he intentando no adelantarme demasiado en todo lo que pueda necesitar mi bebé. He ido a lo que creo imprescindible (aunque seguramente ya será más de lo que ella realmente necesita). Sin embargo, en este punto por mucho que lo he intentado, a menudo me han llegado objetos relacionados con otras fases (ropa, lactancia, alimentación, higiene, transporte…) que he tenido que guardar por practicidad y compromiso. No es un gran drama porque seguramente los aprovecharé más adelante o me desharé de ellos sin problemas. Pero tener que gestionarlos ahora me no me ha aportado tranquilidad; muy al contrario, por momentos he sentido que perdía un tiempo valioso.

 

Teniendo estos factores en cuenta estos han sido los pasos que he dado.

 

 

HACER UNA LISTA

 

Amo las listas, al menos para ciertos aspectos de mi vida (en ocasiones me crean mucho estrés y me hacen sentirme culpable por procrastinar). Pero en este caso crear un excell con los objetos que creo imprescindibles para los primeros meses de mi bebé ha sido muy práctico.

 

Esta no es una lista cerrada, sino que la he ido ajustando según he obtenido más información. En algún momento he decidido prescindir de ciertos objetos, y en otros, añadir cositas que no había tenido en cuenta o por algún capricho que querido darme.

 

Lo importante para mi es apuntar todos los objetos, dónde o cómo lo vas a adquirir – quién te lo va a dejar o diferentes sitios dónde podrías comprarlo – y cuánto te va a costar. Así este excell te servirá de presupuesto. Al lado o en otra pestaña puedes hacer una tabla de ingresos y gastos para ver exactamente lo que ha supuesto para ti económicamente.

 

 

LA INFORMACIÓN ES PODER

 

Algo que parece obvio pero que para mi ha sido super enriquecedor es realizar diferentes formaciones y conocer las experiencias reales de las personas que tengo a mi alrededor. Es verdad que con este punto hay que tener un poquito de cuidado porque la sobre-información y ‘las opiniones de mierda’ (opiniones y comentarios que no pides y aún así te llegan por todas las esquinas) pueden abrumarte.

 

Me ha parecido muy interesante conocer las vivencias de personas de diferentes generaciones y modos de crianza, me ha ayudado mucho a relativizar lo que ‘es necesario’. Hablando con mi madre, mi suegra, mis tías… me he dado cuenta que se puede salir adelante con mucho menos y que si te falta algo, pues improvisas y apañas con lo que tienes cerca.

 

 

PENSAR POR CATEGORÍAS

 

Encontrarás objetos de casi todas las categorías, incluso tratándose de un recién nacido:

 

🧺 Ropa: Esta es la categoría que más me ha abrumado, sin duda. A base de practicar el método KonMari® soy una persona que generalmente no tengo problemas para poner límites a la hora de recibir ropa. Creo que estoy muy entrenada en decir que NO a las bolsas y bolsas de ropa que me han querido dar. Y aún así… ha sido terrible. ‘Tengo un par de bolsitas de ropa para ti’ se ha convertido en aparezco con bolsas enormes y llenos a rebosar.

 

No quiero que suene desagradecido, pero de verdad, a pesar de haber puesto límites, con la ropa que me ha llegado podría vestir trillizos y todavía me sobrarían modelitos. Así que si eres primeriza e ingenua como yo, mi consejo es que vayas con el ‘no, muchas gracias’ por delante. Creo que siempre hay tiempo de pedir o recibir más si ves que no es suficiente.

 

En este punto me parece importante reflexionar sobre los dos roles que se dan: por un lado, la persona que tiene que recibir esas pertenencias y las dificultades que pueda tener a la hora de poner límites. Por otro lado, el papel que juega la persona que quiere ofrecerte todos esos objetos, pues a menudo son pertenencias que ella misma no se atreve a tirary de alguna manera ‘te utiliza’ (lo pongo entre comillas porque no creo que siempre sea así, ni creo que se haga de manera consciente o con malicia) para solucionar su problema.

 

 

📚 Libros: como por ahora me he centrado en los primeros meses de mi bebé, en esta categoría no he adquirido ningún libro nuevo. Tampoco he comprado ningún libro sobre el embarazo, el postparto o la crianza, los he conseguido prestados por amigas o en la biblioteca (no me cansaré de remarcar lo práctico que es el servicio ínter-bibliotecario).

 

🗂 Documentos: aquí por ahora sólo estarían los documentos de sanidad que están al límite de lo que sería mio o suyo. Pero pronto seguramente habrá más documentos administrativos así que en cuanto nazca voy a poner una carpeta propia de la bebé.

 

¿Sabes como siempre te digo que con tres carpetas de documentos por persona – pendientes, temporales, permanentes- puedes gestionar todos los papeles que entran en casa? En el caso del bebé seguramente con la carpeta de temporales es suficiente por ahora. Según vaya creciendo necesitará también las otras dos. Este hábito espero enseñárselo desde bien pequeñita ^_^

 

🧴Komono: es otra de las categorías ‘trampa’ cuando se trata de un bebé. ‘Te voy a dejar la sillita para el coche’ a veces significa que ‘te voy a cargar con todas las sillas que va a necesitar en todas sus etapas’. Lo mismo puede pasar con el tema de la lactancia, alimentación, transporte – portabebés y carrito- etc.

 

Como ocurre en la categoría de ropa, me parece super importante tener claro lo que realmente necesitas y poner límites claros, porque si no te puedes encontrar con objetos no solo de 0-3 meses sino de 0-13 años.

 

🧸 Objetos sentimentales: aquí entrarían por ejemplo las fotos del embarazo, diarios, si tienes o te han regalado algún juguete/peluche… Por ahora debería ser una cantidad controlable.

 

 

TENER CLARO LO QUE ES PARA DEVOLVER

 

Además de poner límites claros y aprender a decir que no, para mi ha sido muy importante saber con exactitud qué objetos tengo que devolver. Como mi memoria es muy limitada, he marcado todas aquellas prendas u objetos que deben ser devueltos.

 

Esto es un currazo, pero al mismo tiempo hacerlo ahora que tengo tiempo me ha aportado calma. Así, cuando llegue el momento no sentiré la angustia de no saber a ciencia cierta qué es de quién. Del mismo modo, tener la seguridad de que podré dejar ir con tranquilidad todo lo que ya no nos sirve o definitivamente no nos hace felices, vale la pena.

 

 

REGALOS

 

Gestionar los regalos que te puedan llegar también puede ser muy retador. En este punto mi recomendación es que hagas saber a las personas de tu alrededor la importancia que tiene para ti evitar acumulaciones u objetos innecesarios.

 

Además ten en cuenta que la función de un regalo, es el hecho de ser regalado. Una vez que lo has recibido su función ha terminado y puedes hacer con él lo que consideres más oportuno. Si no te hace feliz, encontrarle una solución sostenible suele ser de gran ayuda.

 

 

CÓMO ORDENARLO

 

En cuanto al orden, en mi caso, por ahora que sólo somos tres en casa la bebé tendrá la suerte de tener un espacio propio, una habitación propia. Por lo tanto, la mayor parte de sus objetos estarán guardadas en esa estancia:

 

  • Toda la ropa, ropa de cama/baño y productos de higiene en una misma cómoda. Con el sistema vertical he conseguido que todo entre de manera cómoda y ordenada.
  • Libros y documentos serán por ahora la excepción porque no tiene casi ninguno. Por lo tanto, de momento lo guardaremos en el salón en misma estantería donde guardamos los nuestros.
  • Todo el komono también está colocado en su habitación. Por ahora como dormirá con nosotros tenemos espacio suficiente para guardar ahí el carrito, la bañera de plástico etc. pero la idea es ir reduciendo objetos según vaya superando etapas.
  • En cuanto a los objetos sentimentales, por ahora físicamente solo tenemos algunas fotos del embarazo, así que easy-peasy.

 

Como ves las claves para mí son: asignar espacios propios o personales, ordenar por categorías y utilizar el sistema vertical siempre que sea posible.

Espero que este artículo te sirva de ayuda o de inspiración para obtener alguna clave nueva.

 

Un abrazo💕

Sara

 

 

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