Igual que en la comedia italiana de Massimo Troisi, recomenzamos desde tres (“Ricominciamo da tre” 1981), o desde cuatro para ser más exactos, para finalizar con los 7 hábitos que te ayudarán a mantener tu casa ordenada y acogedora. ¡Vamos a ello!

 

4// Decidir que juego está terminado y qué juego es para continuar otro día. Esto puede aplicarse igualmente para mayores y peques (recuerda, el juego es universal). Los juegos o trabajos terminados deben guardarse inmediatamente colocando cada objeto en el sitio establecido.

Para los juegos o trabajos que sean para continuar, habrá que definir un espacio donde puedan mantenerse hasta la siguiente vez. En este caso es importante definir cuánto tiempo van a estar en la zona de “stand by”, porque si no corre el peligro de que caiga en el olvido. En los proyectos educativos en los que he trabajado, usábamos carpetas para los dibujos para continuar, cajas de cartón para los juegos que ocupaban poco espacio o un área de la sala para los juegos más amplios. Todos ellos son fácilmente trasladables a tu casa y puedes adaptarlos según el espacio que dispongas.

 

5// Recolocar las cosas en su sitio cuando hayamos terminado de utilizarlos. Este es el hábito más importante a la hora de mantener la casa ordenada. La cocina, por ejemplo, es uno de los espacios que más se utilizan en la casa. Puede que mientras cocines esté todo patas arriba (a mi me pasa) pero si limpias y recoges todo lo que hayas utilizado, estará todo perfecto para la siguiente vez que necesites cocinar. De echo, una cocina ordenada y limpia invita a cocinar saludable y cuidarse.

 

6// Tener poco pero excelente, cuidarlo con cariño y explotarlo al máximo. Esta es otro principio que en mi caso se ha convertido en un must be. Desde que completé el Proceso KonMari™, me di cuenta de que no necesitaba tener tanto y que era mejor priorizar la calidad a la cantidad. Te animo a que busques la excelencia en todos los ámbitos de tu vida y los de tu alrededor. Un ejemplo muy visual suele ser las pinturas para niñes. Lo habitual es comprarles cualquier pintura y pinceles económicos y de calidad dudosa. En menos de un asalto los pinceles pierden pelo y se abren, y las pinturas se secan. Este material no invita a jugar ni a tratarlo con cuidado. ¿Qué mensaje estamos enviando con ello? ¿No sería mejor comprar un material bueno, aunque sea un poco más caro y enseñarles a utilizarlo y cuidarlo?

 

7//Encontrar materiales básicos, no configurados que tengan millones de posibilidades. Unido al punto anterior, esta idea también puede aplicarse a personas de 0-100 años. ¿Te acuerdas de cuando eras pequeña cuánto juego daban las piezas de tela que había por casa? En mi casa, por ejemplo, nunca faltaban retales de telas que lo mismo servían para arreglar un pantalón, hacer una funda nueva a un cojín, crear ropa nueva para las muñecas o hacer la capa del super-héroe/heroína del momento.

 

Seguro que algunos de estos hábitos ya los practicabas antes de leer el artículo, pero ¿has encontrado alguno nuevo o interesante? ¿Qué tal ha sido implementarlo? ¿Cómo te ha ido, has notado alguna diferencia? Cuéntame en los comentarios 👇🏽👇🏽👇🏽 o directamente por email si lo prefieres. Me encantará leerte ❤️

 

Un abrazo

Sara

 

Espero que este artículo te haya parecido interesante e inspirador. Si es así, te agradezco que lo difundas a todas aquellas personas a las que pueda interesar. Por otro lado, si quieres saber más sobre estos temas puedes inscribirte en mi newsletter; y por supuesto, si quieres comentar algo o hacer alguna sugerencia puedes dejar tu comentario debajo o escribirme un email. Me hace mucha ilusión conocer tu opinión, tus deseos y tus necesidades.

En la web de Kokoro Tailerra utilizo cookies para que tengas una experiencia óptima. Si continúas navegando asumo que aceptas la política de cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies