¿Cómo preparas tú tus viajes? ¿Eres de las que le gusta llevarlo todo bien organizado y atado? ¿O en estos días te sueltas la melena y das rienda suelta a la improvisación?
Uno de los recuerdos familiares más vivos que tengo de mi infancia es el momento en que salíamos de viaje. La mayoría de las veces no sabíamos exactamente a dónde íbamos. Recuerdo que mis padres llenaban el Renault Express que teníamos en esa época con ropa, sacos de dormir, el camping y comida, y elegían la dirección hacia la que íbamos a partir. La respuesta a cual era el plan o cuál era el destino, casi siempre era la misma: “carretera y manta”.
Supongo que por todas esas bellas experiencias que vivimos me gustan tanto los viajes en los que hay poca organización y mucha improvisación. Aunque no siempre se puede viajar así. Sea por la compañía, por el tipo de viaje, o por el lugar al que has decidido ir… A veces preparar el viaje con antelación es la mejor manera de disfrutar al máximo de tu viaje.
Por ello, hoy quiero traerte algunos de los principios del método KonMari® que suelo utilizar para planificar mis viajes.
VISUALIZA TUS VACACIONES
¿Quién no fantasea con sus vacaciones o viajes? La mayoría de nosotras llegamos a junio con una necesidad loca de bajar el ritmo, cambiar las rutinas y desconectar en la medida de lo posible de todo lo que ha supuesto el curso. Por mucho que te guste tu trabajo, por muy interesantes y enriquecedores que sean tus proyectos, aunque sepas apreciar todos esos pequeños momentos maravillosos que te ofrece la vida, creo que el descanso y saber parar el ritmo por completo es necesario. Porque la realidad es que por muy mágico que haya sido el año, la vida es siempre j*****mente intensa y está llena de momentos retadores.
Así que el primer paso para organizar tus viaje, y de paso uno de los más sencillos y placenteros, es visualizar qué tipo de vacaciones quieres vivir. ¿Vas a viajar o te quedas por los alrededores? ¿Viaje largo o escapadas cortas? ¿Sola o acompañada? ¿Mar o montaña? ¿Relax, aventura, crecimiento personal?
Todas las combinaciones son maravillosas, lo importante es que puedas ser sincera contigo misma y respetar tus necesidades personales así como de las personas con las que vas a compartir esta experiencia. Hacer este juego de visualización te facilitará muchísimo tomar todas las pequeñas decisiones que vendrán después.
RECABAR INFORMACIÓN
Al igual que cuando vas a realizar un proceso de orden en casa preparas una check-list de cada una de las categorías y todo lo que crees tener en ellas, a la hora de organizar tu viaje podrías hacer lo mismo. Es decir, piensa en todos los apartados que conforman tu viaje y busca la información que necesitarás en cada una de ellas:
– Características de tu destino
– Cómo vas a desplazarte
– Dónde vas a dormir
– Qué vas a comer
– Qué tipo de clima tiene o qué tiempo esperas que haga
– Qué tipo de actividades vas a realizar
– Que tipo de ropa vas a necesitar
– Objetos de primera necesidad
– Otros objetos secundarios
Soy amante de las listas, pero especialmente en los viajes creo que es uno de los recursos más útiles y sencillos que podemos utilizar. Puedes crear una lista general y a partir de ella hacer otras listas más detalladas para cada tema.
PREPARAR TU MALETA
Armado el viaje es el momento de preparar la maleta. Al final de este apartado te dejaré un link a un artículo más detallado que escribí sobre ello.
Antes de meter nada en la maleta te recomiendo que vuelvas a hacer una lista de todo lo piensas que debería ir en ella. Te recomiendo que pienses por categorías:
- Ropa: prendas, calzado, accesorios y bolsos (mochilas, bolsitas…).
- Libros: si tienes intención de llevar alguna guía o libro de entretenimiento.
- Papeles: todos los documentos que vayas a necesitar tipo tickets de viaje, pasaportes etc.
- Komono: lo más habitual suele ser el neceser y todo lo relacionado con la tecnología (móvil, cámara fotográfica, baterías, cargadores, memorias etc.). Pero si también vas a llevar objetos para otro tipo de actividades entrarían en esta categoría.
- Objetos sentimentales: no es habitual que los llevemos pero yo dejaría un hueco en la maleta por lo que puedas traer de recuerdo.
Una vez hecha la lista, sería ideal recopilar todos esos objetos (toda la ropa, libros, documentos, komono etc.) con antelación para que estés segura de que lo tienes todo preparado con tiempo y, sobre todo, para que seas consciente del volumen que ocupa.
Puedo asegurarte que en el 99% de los casos en un primer momento se intenta llevar más – mucho más a veces- de lo que realmente se necesita. Así que ahora que lo tienes todo a vista aprovecha para hacer una criba y descartar aquello de lo que puedes prescindir.
Mi mantra a la hora de preparar la maleta siempre es ‘menos es más’. Tengo comprobado que es mucho más práctico arriesgarte a que te falte algo, que no llevar objetos que después no vas a utilizar. Estos objetos inútiles, además de ser una carga innecesaria te harán perder el tiempo y el buen humor continuamente. Además, a menos que vayas a hacer un viaje de aventura extrema, lo más probable es que puedas adquirir cualquier cosa que necesites en tu lugar de destino. Y si no, estoy segura de que encontrarás soluciones creadoras para cualquier problema.
Aquí tienes el artículo sobre cómo prepara la maleta
NO ESCATIMES EN FELICIDAD
Elegir lo que es esencial para tu viajes es tan importante como saber seleccionar aquello que te hace feliz. Para mí este principio del método KonMari® se ha vuelto fundamental y aplicable para cualquier aspecto de mi vida.
Casi siempre he viajado como ‘mochilera’ (no me gusta nada este termino, pero para que me entiendas) o en furgoneta, así que he preferido llevar, por ejemplo, ropa cómoda y más bien vieja que sentirme bonita. Sin embargo, desde que hice mi proceso KonMari® me he dado cuenta que uno no esta reñido con el otro. Es más, encontrar el equilibrio entre lo cómodo y lo bonito es otro aspecto más que hará que tu viaje sea placentero.
LA ANTICIPACIÓN ES TU ALIADA
Para acabar, simplemente recordarte una obviedad, pero que por pereza o porque no nos da la vida, a veces se nos olvida. Preparar tu viaje con tiempo, con antelación y calma siempre es una buena idea. Empezar un viaje o las vacaciones estresada o con la sensación de que te has dejado algo importante en el camino es lo peor que te puedes hacer a ti misma. Sé que lo sabes, yo también y aún así por circunstancias a veces me pilla el toro. ¡Pero que placer cuando conseguimos poner foco, dejar de procastinar y tenerlo todo preparado con tiempo! ¿verdad?
Espero que puedas disfrutar al máximo de tus vacaciones tengan el formato que tengan, ¡te mereces todo el placer y la calma que te traiga la vida!
Un abrazo
Sara