El propósito principal del método KonMari® es crear un entorno, una vida y un mundo más feliz a través del orden, por ello, una de los hábitos más importantes de este proceso de orden es aprender a elegir tus pertenencias en base a la felicidad que te aportan en este preciso momento. Parece un principio un tanto superficial, quizá incluso un poco naíf, pero creo que si se profundiza en lo que esto realmente significa para cada una de nosotras y las consecuencias que tiene, veremos que puede ser realmente transformador.
En este blog encontrarás otros artículos que hablan sobre qué es la felicidad desde mi punto de vista y qué hacer con los objetos con los que no te sientes segura. Te dejo los links por si quieres leer más sobre ello:
¿Qué hacer si no sabes si algo te hace feliz o no?
Algunas ideas sobre la felicidad
ENFOCARTE EN LO POSITIVO
Elegir en base a la felicidad es una de las características que diferencia el método KonMari® de otros métodos de orden. El minimalismo, por ejemplo, te invita a reducir tus objetos para quedarte con los que sean esenciales. Otras corrientes te proponen que te deshagas de aquello que no utilices durante un tiempo concreto o que tires lo que no te gusta. Sin embargo, el proceso KonMari® no se enfoca en la cantidad, el uso, o la parte negativa de los objetos. Durante el festival del orden pondrás tu atención una y otra vez en aquello que te llena, te hace feliz, en lo positivo.
Este cambio de perspectiva me parece muy importante, pues considero que saber lo que no se quiere es relativamente fácil; pero elegir lo que te gusta, lo que está alineado con tu esencia, con tus deseos más íntimos, con tus sueños y anhelos, incluso reconocer tus miedos más profundos y aún así dar el paso de elegirlo… ¡Eso es hacer un triple salto mortal!
Dar ese paso significa que estás dispuesta a reconocerte un poquito más, quitarte una capa, por fina que parezca, y aceptarte tal y como eres.
ESCUCHARTE A CORAZÓN ABIERTO
Elegir desde la felicidad también exige escuchar lo que siente tu corazón, tu mente, tu cuerpo y tu alma. Lo que la lengua nipona define como Kokoro. Cuando revisas cada una de tus pertenencias a veces tu kokoro estará tranquilo, en paz. Otras se sentirá entusiasmada y saltará de alegría. Pero también habrá momentos en que sólo escuches ruido, muchas voces-pensamientos distintas, arremolinadas, que te aturullan la cabeza y te impiden elegir. Y por supuesto, durante la revisión tu kokoro también sentirá tristeza, miedo, rabia…
Te sientas como te sientas, te invito a que te escuches y acojas todas esas emociones, para que así puedas elegir sin excusas. No pretendo que te hagas la valiente, ni que tengas tus elecciones claras siempre, ni que seas hiperproductiva y que vayas como un tiro en todo momento.
Me pasa que en los procesos que acompaño en las primeras sesiones (cuando todavía no nos conocemos tanto) las personas que asisto me piden perdón por ser lentas, por enrollarse contándome sus experiencias o por quedarse bloqueadas… Y, sin embargo, ¡yo siento todo lo contrario! Asistir esos momentos de incertidumbre y los bloqueos, escuchar activamente sus historias, las alegrías y las penas… es lo más grande de este trabajo. Ver como ellas mismas van encontrando la claridad para decidir si algo se queda, o se va, o se queda a pesar de que sienten que debería irse es mágico.
CONFIAR EN LA VIDA
Elegir desde la felicidad también implica confiar en la vida. Confiar en que aquello que eliges te abrirá un mundo de posibilidades o te acercará a la vida que deseas, a esa vida ideal que has imaginado. Esto sirve igualmente para lo tangible que para lo intangible, lo superficial o lo profundo. Pongamos, que eliges una una prenda que te hace sentirte feliz y fuerte, por ejemplo una chaqueta, y que esta te hace sentirte segura en la próxima entrevista de trabajo; o puede ser un cuadro que te recordará cada día ese momento especial que viviste junto a tus personas queridas; o algo completamente superficial y práctico, la aspiradora en la que invertiste tanto dinero y que te facilita la vida infinitamente y te hace ahorrar mucho tiempo.
Vivimos en una sociedad patriarcal y capitalista que a través de todos los medios nos envía continuamente mensajes de que tenemos que mejorar, conseguir más, tener sueños más grandes, ser más ambiciosas… Y creo que por mucho que queramos tener los pies en la tierra o huyamos consciente (o inconscientemente) de ello, una parte de nosotras anhela que esa vida Instagram se vuelva real. No se tú, pero yo me siento constantemente dividida entre la parte positiva de ser ambiciosa, evolucionar, conseguir mis sueños y lo jodidamente desgarrador que es hacerlo en este sistema. Pero normalmente, volver a mi centro, conectar con lo sencillo, los pequeños gestos, lo cotidiano me ayuda a conectar con otra energía, más fluida-más auténtica.
Esta parte de confiar en la vida es lo que a mí personalmente más me cuesta. Teóricamente lo veo claro, pero a la que me despisto me pillo intentando controlarlo todo. Creo, o al menos es lo que yo estoy comprobando una y otra vez a base de golpes (a veces son ostias como panes), que pretender controlar más de la cuenta está relacionado con el miedo y la rigidez. Tampoco digo que tengamos que pasar al otro extremo, pero un poco de flow y asumir la parte aleatoria de la vida es liberador.
LA PEQUEÑA MUERTE
No quiero dar una idea edulcorada sobre este sobre la felicidad. No pretendo soltarte el discurso de que a través del método KonMari® conseguirás todo lo que quieres, materializarás todos tus sueños y tendrás una vida de ensueño. Habrá una parte que sí y otra que no. Y no voy a entrar a discutir si esa parte que no ha salido como tu esperabas es porque no tienes la actitud adecuada, o no sacrificaste lo suficiente, o es simplemente porque es así y ya está.
Creo que elegir la felicidad y dar pasos hacia aquello que deseas no es incompatible con aceptar que nada será como lo habías imaginado. Y hay algo en ese soltar que a mi me da mucha paz. Cuando haces un proceso de orden, eliges la felicidad a través de objetos pequeños y grandes, con un significado profundo o a veces simplemente práctico, superficial e insignificante. Pero aquello que elijas, será coherente contigo y es desde ahí que te ayudará a acercarte a la vida que deseas.
Haber elegido cualquiera de estos objetos por su factor de felicidad permite verte con una mirada más respetuosa, apreciar quién eres y lo que tienes y, valorar tu vida con otra energía. Me atrevo a decir, incluso, que practicar este hábito te ayuda a ser más realista y soltar la queja. Lo mismo pasa con los objetos que dejas ir con agradecimiento.
Para acabar te dejo un regalito, un descargable para que puedas hacer una lista de mínimo 10 cosas tangibles o intangibles que te hacen infinitamente feliz en tu hogar. Puedes descargarlo tantas veces como lo necesites aquí:
Un abrazo
Sara
📸@idophotographyart
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