Una de las dudas más frecuentes en mis clientas es decidir si algo les hace feliz o no. Hay personas que ante la duda son más impulsivas y deshechan con facilidad. Otras son más racionales, valoran todas las posibilidades.

 

Ambos casos son perfectos: una puede ir más rápido y sin encallarse, y la otra más lenta pero con mayor conciencia. Del mismo modo, los dos tipos de personas tienen su sombra. En el caso de la impulsiva, la sombra puede ser la superficialidad ya que al elegir tan rápido no deja tiempo a que las emociones afloren. En el caso de la racional, tiene el peligro bloquearse en un punto y no conseguir avanzar en el resto del proceso.

 

No obstante, yo creo que todas compartimos un poco de las dos modalidades aunque una destaque sobre la otra. Lo importante es tenerlo en cuenta durante el proceso para así poder echar el freno o utilizar recursos que ayuden a avanzar.

 

Hacer el proceso acompañada te permite estar más relajada. Como Consultora KonMari™ Certificada parte de mi asistencia se centra en estar muy atenta a las emociones, la comunicación no verbal, las palabras o la energía que se mueve durante la sesión. Si veo que corres demasiado o te saltas algún detalle que pueda ser importante, bajo el ritmo haciendo preguntas sencillas que te ayudarán a poner conciencia. Si intuyo contradicciones entre lo que dices y lo que transmiten tus gestos faciales, puedo hacerte de espejo. Y si veo que estás dando vueltas sobre una misma cosa y te estás paralizando, quizá te proponga un pequeño cambio de aires.

 

En todo caso, en esencia, eres tú misma la que resuelve cada situación. Mi trabajo es sencillamente hacer que el proceso sea más amigable. Es curioso como a veces el simple echo de tener un asistente, un reflejo en la mirada del otro, un gesto de comprensión o un espacio para el silencio, es suficiente para que puedas encontrar las respuestas necesarias. A menudo, menos es más.

 

De todos modos, si quieres hacer el proceso por tu cuenta, te dejo algunos recursos que me han sido útiles durante las sesiones:

 

Si ves que vas demasiado rápido, pregúntate ¿corro porque fluyo y estoy disfrutando con el proceso? ¿o estoy evitando algo?

 

Puede que haya ciertas categorías o subcategorías que te cuesten más o te den pereza. En esas sesiones cuídate especialmente: prepara la sesión con antelación y recopila información, vete descansada a la sesión, permítete un pequeño descanso de cinco minutos y sal a tomar el aire, llama a alguna amigui si necesitas desahogarte y, por supuesto, celebrálo cuanda hayas terminado.

 

Si te sientes bloqueda en con algun objeto o con varios, déjalo en la zona gris y sigue avanzando. Cuando hayas terminado con la categoría vuelve a repasar la zona gris, seguramente tu “detector de felicidad” esté más afinado y puedas ver los mismos objetos con una mirada nueva.

 

Más adelante profundizaremos en cómo gestionar las zonas grises. Por ahora quédate con la idea de que no hay error posible y que todo lo que hagas tiene solución, por lo tanto, juega, prueba, investiga, haz y deshaz tanto como necesites. Pero sobre todo, continúa.

 

Recuerda también que si lo deseas podemos realizar tu Proceso KonMari™ juntas. Podemos hacer el proceso completo y también existe la posibilidad de que te asista en una o varias categorías. Si estás interesada no dudes en escribirme, puedo adaptarme a tus necesidades y estoy deseando ayudarte.

 

Un abrazo

Sara

 

 

Espero que este artículo te haya parecido interesante e inspirador. Si es así, te agradezco que lo difundas a todas aquellas personas a las que pueda interesar. Por otro lado, si quieres saber más sobre estos temas puedes inscribirte en mi newsletter; y por supuesto, si quieres comentar algo o hacer alguna sugerencia puedes dejar tu comentario debajo o escribirme un email. Me hace mucha ilusión conocer tu opinión, tus deseos y tus necesidades.

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