Los objetos sentimentales son la última categoría del método KonMari®, y suele ser a su vez la categoría más personal y emocionante de todo el proceso de orden. Tanto si eres una persona de grandes apegos, como si eres de las que se desprende con facilidad de lo material, estoy segura que esta categoría no te dejará indiferente.

 

En el post anterior empezamos a ver algunas características y puntos importantes de esta categoría. Te recomiendo que lo leas, pues así tendrás la información completa antes de ponerte a trabajar. Pero vamos a seguir profundizando…

 

 

LIBERA TU TIEMPO

 

Al igual que reservas x horas para ir a hacer deporte o acudir a una sesión de terapia, te recomiendo que intentes bloquear tu tiempo-espacio al máximo posible para esta sesión de trabajo. Si puedes incluso, te diría que busques un momento en el que vayas a tener el mínimo de interrupciones posibles y que a ser posible pongas el teléfono móvil en modo avión.

 

Tus objetos sentimentales, y la gestión de los mismos, es un tema importante para ti, pero también es muy tentador para las personas que conviven contigo. Cuando asisto a las personas es su proceso, es muy habitual que esta sesión haya más interrupciones de lo normal, especialmente cuando las personas de alrededor se dan cuenta de lo que estás haciendo. Diría que sienten una especie de atracción, curiosidad, vértigo… también como si tuvieran necesidad de controlar que no te vuelves loca y vas a tirar cualquier cosa. En realidad, son emociones y prejuicios personales que proyectan en ti.

 

Así que mi recomendación es que te lo plantees como una sesión de terapia, en el que reservarás un espacio y tiempo para estar contigo misma, y delegarás tus otros quehaceres (trabajo, cuidados, obligaciones, compromisos sociales…) para otro momento.

 

 

¿POR DÓNDE EMPEZAR?

 

Te recuerdo que en el post anterior te mencionaba qué objetos suelen entrar dentro de esta categoría (aunque de una persona a otra puede variar muchísimo) y también te decía que es importante preparar la sesión de trabajo con antelación.

 

Si has seguido las indicaciones, se supone que en este momento ya tendrías que tener todos los objetos reunidos en el espacio de trabajo donde vayas a realizar la sesión, y además, estos objetos los tendrás divididos en grupos más pequeños: fotografías, cartas, postales, objetos de cuando eras pequeña, recuerdos, muñecos y peluches etc.

 

La verdad es que viéndolo todo junto, y con la carga emocional tan grande que suelen tener estos objetos, puede resultar un poco abrumador. Puede que te sientas un poco bloqueada, sin saber muy bien por dónde empezar. En estos casos, mi recomendación SIEMPRE es que lo pienses lo menos posible y que escojas el grupo que por intuición te parezca más fácil. ¿Que no tienes intuición? Échalo a suertes… Suena a broma, pero no. En mis sesiones veo que las personas se atascan mucho por querer hiper-racionalizarlo todo intentado tomar la mejor decisión. Sin embargo, a veces, dejarlo en la mano de la suerte es lo más inteligente que se puede hacer.

 

Otra opción es empezar por aquello que tengas claro que sí o sí vas a mantener. Esa pertenencia que tienes claro que te hace infinitamente feliz será tu referencia y te ayudará a decidirte cuando tengas dudas respecto a otros objetos. ¡Peeero! ¡Un punto importante! Como te decía en el post anterior, no des nada por hecho. Revisa todos los objetos uno por uno aunque a priori estés convencida de que se van a quedar. Al igual que tenemos tendencia a hiper-racionalizarlo todo, también tenemos tendencia a dar por sentados ciertos sentimientos y a considerarlos inmutables cuando en realidad todo nuestro ser está en constante transformación.

 

 

ELEGIR FELICIDAD

 

‘Los recuerdos que tienen verdadero valor nunca se olvidan, aunque desechemos un objeto asociado a ellos’ menciona Marie Kondo su novela ilustrada.

 

No puedo estar más de acuerdo, la verdad. A menudo se tiene la creencia de que si dejas ir cierto objeto perderás los recuerdos asociados a él. O también hay personas (hasta algunos años yo entre ellas) que tienen la creencia de que tienen una memoria frágil y que, por lo tanto, necesitan de ciertas -muchas – pertenencias para mantener frescos los recuerdos.

 

Te puedo asegurar que soy un persona con poca memoria (memoria 🐠 terrible), pero después de realizar mi propio proceso KonMari® me di cuenta que el número de objetos que tengo no influye en ella. Muy al contrario, quedarte sólo con lo que realmente te hace feliz, facilita que los recuerdos importantes tomen más protagonismo y estén más vivos que nunca.

 

¿Cuál es la energía que quieres que sea protagonista en tu vida? No soy muy fan de las frases motivadoras (de hecho, cíclicamente les cojo bastante tirria) y pero sí creo que hasta cierto punto la felicidad puede ser una elección personal. No pretendo que seas una ‘happy-flower’ (es más, si me conoces te darás cuenta que soy la antítesis de ese flow) pero creo que elegir rodearte de felicidad, aunque sea en lo material, es un primer paso sencillo y mucho más profundo de lo que parece.

 

Revisando tus objetos sentimentales te encontrarás con todo tipo de recuerdos y sucesos. Pregúntate en cada uno de ellos qué sientes, ¿cual es la emoción que aflora? Acompañando a las personas he visto que a veces se tiene la tentación de mantener ciertos objetos asociados a sucesos tristes, desgarradores, conflictivos… Hay como una necesidad de querer mantenerlos por rabia, por asegurar que esos experiencias no se repitan, como testigo de aquello que vivimos… ¿Pero en realidad que aporta eso a tu vida?

 

Creo que la vida es ya bastante dura y retadora de por sí, así cuanta más ligera llevemos la mochila mejor, ¿no es así?

 

 

DEJAR IR NO ES IGNORAR

 

Puede que leyendo el punto anterior tengas la sensación de que eligiendo sólo lo que te hace feliz es como si estuvieras ignorando la parte oscura de la vida. Es una reflexión que yo misma me he planteado a menudo y me preocupa-ocupa. Pero en realidad, cuanta más experiencia tengo, más veces constato que el hecho de dejar ir los objetos/emociones/vivencias que no nos hacen felices no significa que pasemos de puntillas por la vida.

 

Al contrario, si algo quiero transmitir cuando acompaño los procesos de orden es la importancia de dar luz a todo, a todas las dicotomías posibles en la vida. Dar luz, valor, mirar esos sucesos-emociones con el corazón abierto, darles un espacio-tiempo… y después elegir. Puedes elegir quedarte enganchada o atrapada en ellos (es totalmente lícito si consideras quedarte en ello un tiempo más), o soltar, dejarlos ir y continuar avanzando.

 

Ayyy… hoy nos hemos puesto un poco filosóficas pero creo que en esta categoría es especialmente importante darle lugar a estas reflexiones, pues estoy segura de que en tu proceso personal aparecerán dudas o situaciones similares. Pero no te preocupes, en el próximo post trataremos cuestiones más prácticas, prometido.

 

Un abrazo,

Sara

 

 

📸 Idoia Telleria
✨Espero que este artículo te haya parecido interesante e inspirador. Si es así, te agradezco que lo difundas a todas aquellas personas a las que pueda interesar  📣
✨ Si has llegado aquí a través de algún amigui, te animo a que te subscribas en la newsletter para que puedas recibir todo el contenido directamente en tu correo 💌
✨ Y por supuesto, si quieres comentar algo o hacer alguna sugerencia puedes dejar tu comentario debajo o escribirme un email. Me hace mucha ilusión conocer tu opinión, tus deseos y tus necesidades 💕

En la web de Kokoro Tailerra utilizo cookies para que tengas una experiencia óptima. Si continúas navegando asumo que aceptas la política de cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies

Centro de preferencias de privacidad

Necessary

Advertising

Analytics

Other