Todas las personas somos diferentes y únicas (obvio). Algunas tienen facilidad para la introspección y pueden profundizar en ellas mismas para reflexionar y cuestionarse continuamente. Admiro la capacidad que tienen para afrontar directamente las heridas universales y de esta manera curarse, autoconocerse y transformase. Mientras escribo estas líneas me sale una sonrisilla, porque cuando pienso en este tipo de personas, inevitablemente me viene a la cabeza mi amiga Enara.
A menudo escucho a mi alrededor que es imprescindible mirar hacia adentro para conocer realmente quién eres y qué quieres. Estoy totalmente de acuerdo con esta premisa pero, a mí personalmente, a menudo me ha creado mucha frustración y desasosiego. Cuando me siento perdida en la vida, por mucho que miro dentro no veo nada. Nada de nada, y cuanto más intento gestionarlo de esta manera más asustada y confusa me siento.
Lo que he descubierto a través del Método KonMari™ es que para mí es más fácil profundizar y conectar conmigo misma cuando muevo fichas en el exterior. Mientras revisaba mis pertenencias, iban aflorando un sinfín de recuerdos, sentimientos y emociones. Y como no, también bastantes miedos y creencias arraigadas en lo más profundo de mí misma.
A partir de ahí, se ha abierto un camino de exploración infinito en el que he podido descubrir muchas de las claves que me han ayudado a ser consciente del momento en el que estoy y hacia dónde quiero moverme.
Mi recomendación es que si quieres utilizar este proceso como un modo de autoexploración, tengas cerca un cuaderno (uno que te haga feliz, por supuesto) para atrapar al vuelo todas esas sensaciones. Puedes anotarlos al momento de manera breve y rápida, para después dedicarle un ratito de reflexión en cuanto acabes la sesión.
No te voy a engañar, el proceso KonMari™ suele ser intenso. Cuando te pongas a revisar objeto por objeto cada categoría necesitarás estar concentrada para no perder el ritmo de trabajo. De manera que si tienes el cuaderno al lado podrás recoger todas estas emociones al momento y gestionarlos a posteriori cuando tengas un momento de calma o te sientas preparada. Si eres como yo y te cuesta un tiempo digerir las emociones y encontrar el momento para enfrentarte a ellos, estas notas serán super útiles, ya que podrás redirigirte a ellas siempre que lo necesites.
Yo hice el Proceso KonMari™ por mi cuenta y en ese momento no se me paso por la cabeza la idea de registrar el proceso completo. Pero ojalá hubiera tenido a alguien a mi lado para recordarme la importancia de apuntar mis sensaciones y documentar de alguna manera mi evolución. He tenido la oportunidad de experimentar el poder transformador del Método KonMari™ en mis clientas y en mí misma, y si tú también llegas a este punto, por favor, toma un tiempo para valorar el gran trabajo que has hecho y celébralo. CELÉBRATE.
Y ya sabes, si quieres compartir algunas de las sensaciones que te vengan antes, durante y después del proceso, no dudes en escribirlo en los comentarios. Me emociona poder acompañar cualquier fase de tu proceso.
Un abrazo
Sara